El buen terapeuta

Sobre buen terapeuta y como llegar a serlo.
A los que hemos aprendido reiki con un maestro de gran linaje, nos han transmitido reglas éticas y morales que llevamos adelante a lo largo y por el resto de nuestras vidas.
Un buen maestro no emite diagnostico sobre el estado físico o emocional de la persona tratada, tampoco interfiere en el tratamiento que ha diagnosticado o recetado un médico o terapeuta matriculado.
Se maneja por la vida con humildad y no juzga las acciones de los otros.
Además un buen practicante de reiki sabe que no es una sanador, sino una simple herramienta o canal, para que la energía universal fluya. Sabe que el receptor logra mejoría con sus propias herramientas y capacidades innatas y sanadoras.
Es importante saber que para poder dar reiki la persona no ha sido dotada, ni tiene habilidad especial alguna, sino que ha sido iniciada por un maestro de reiki, que le ha abierto los canales energéticos, habiéndole así permitido tener la posibilidad de canalizar la energía a través de sus manos y su cuerpo.
La energía de Reiki que transmite un principiante es la misma que la que transmite un maestro. La diferencia está en que el maestro puede enseñar y dar iniciaciones a otros e inevitablemente lleva consigo un trabajo interior y una práctica diaria que lo sostiene manteniendo los canales energéticos en amplia apertura.
La verdadera naturaleza de la energía del Reiki es que trabaja en armonía con todas las  personas en un espíritu de cooperación amorosa y de una alegría que fluye libremente.
El auténtico practicante de reiki trabaja en armonía y coopera amorosamente con la gente y su entorno, sin esperar nada a cambio. En auténtica comunión.
"Un maestro de reiki práctica el autotratamiento"